Lágrimas


Aunque las lágrimas me zurquen el rostro,
mis gemidos se pierdan en la noche,
y mis ojos se nublen de tanto llorar,
seguiré alabando Tu Santo Nombre,
Jesús de mi vida, ¡ayúdame a caminar!.
No hay tristeza que Tu no la consueles,
No hay palabras que se pierdan en mi vida,
porque eres mi refugio eterno,
mi amparo, mi fortaleza, dulzura infinita...
mi buen amigo, bajo tus alas me siento segura.
Dios de misericordia, lleno de ternura,
toma a los niños que huérfanos están,
dales un abrazo, dales aquellos besos,
del amor tan grande que ellos necesitan
y que sólo Tú se los puedes dar.