La vida tiene sus revés y sus derechos, y muchas veces pensamos que estamos bien, cuando en verdad, estamos caminando mal porque los caminos de Dios son diferentes a los nuestros. Permite Dios, que nuestros revés para el mundo, sean agradables para ti y sigas enderezando nuestros pasos, que Tu nos animes cuando creemos desfallecer, y pensamos que estamos perdidos. Dios, Tu conoces la necesidad de los corazones heridos sana y restaura a los que se apartan del camino, atraelos hacia Tu santo amor para que entiendan que no hay nada mejor que agradarte a Ti y no al mundo pervertido. Bendice al alma hambrienta que busca pan en dónde no lo hay llama a los hombres, golpea sus corazones para que despierten y corran a Tu manantial aqui en tu fuente apagarán la sed.