LLÉNAME DE TI

Hay momentos en la vida en los que Dios nos deja solos. Esos instantes, a pesar de que la soledad pueda atormentarnos, Dios la usa para acercarnos más y más a Él. Las actividades, el trabajo, las amistades e incluso la familia nos toman tiempo y nos olvidamos de separar tiempo para Dios. El nos anhela grandemente, nos invita a sentarnos con El y a contarle nuestras cosas, pero muchas veces se acude a Él solo cuando hay un interés. Nadie más que El puede llenar  todos nuestros vacíos. Esa necesidad de sentirnos amados y valorados, solo El la puede suplir. No busques a nadie que te haga feliz, solo a Él, el amor de los amores. Nadie podrá jamás ofenderte o dañarte si estás cerca del Dios todopoderoso, porque la vida misma nos causa daño, la sociedad nos causa angustia, los seres que amamos nos causan dolor muchas veces en forma involuntaria. 

Padre , llena mi corazón con Tu Presencia, bendice mi vida y mi corazón. No permitas que me equivoque en mis decisiones y ayúdame a amarte más que a nadie en este mundo. Te abrazo y me lleno de tu amor, me regocijo a Tus pies y renuevo mis fuerzas con tu abrazo. Gracias Dios amado, por amarme tanto. Jesús eres La Luz de mi salvación y en Tu nombre hago esta oración, amén.