ORACIÓN CON LA BIBLIA, SEGURIDAD EN DIOS



                                    

PADRE AMADO

Yo te reconozco en mi vida y te doy gracias porque no me has dado un espíritu de cobardía sino un espíritu de poder y de dominio propio porque el Espíritu Santo de Dios vino a mi vida cuando te recibí en mi corazón y te acepté como mi único y personal Salvador. Yo soy tu testigo donde quiera que vaya porque te reconozco en todos mis caminos. Tu enderezas mis pasos para no quedar tirada y cuando tropiezo tu eres poderoso para levantarme y ayudarme. Tu me restauras con tu amor eterno. Gracias Jesús por ser mi sumo sacerdote, por interceder por mi ante Dios Padre, porque te compadeces de mis debilidades ya que tú mismo fuiste tentado en todo cuando estuviste en la tierra en tu cuerpo humano. Tu nunca pecaste porque eras Dios encarnado en Jesucristo y eres santo. Me acerco confiadamente a tu trono de amor y de gracia y siempre encuentro socorro oportuno cuando lo necesito, porque puedo confiar en tu fidelidad para siempre. Tus misericordias se renuevan cada mañana y cada día estas conmigo y los míos. Eres mi amparo y mi fortaleza, mi pronto auxilio en mis tribulaciones, eres el principio y el fin, el primero y el último. Tu eres el verbo, el que es, fue y será. Todo lo creado salió de la boca de Dios. Dios dijo y fueron creados los cielos y la tierra. Tengo temor reverente y confianza plena en ti porque tú me educas, me enseñas, me guías, me corriges y me amas incondicionalmente. Tu comenzaste una buena obra en mi y seguirás perfeccionándome hasta el último suspiro de mi vida porque soy tu hija para siempre. Tu me refinas con fuego y aunque muchas veces me duele, me gozo sabiendo que es por mi bien. Tu sufres con los que sufren, lloras con los que lloran y te alegras con los que están alegres. Gracias Dios amado, por tu amor infinito y por tanta bondad. Permíteme serte fiel hasta la muerte y te pido humildemente que nada  y nadie me separe de tu amor. En el nombre de Jesucrito. Amén

Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vos otros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en Jerusalén, en toda Judea, Samaria, y hats lo último de la tierra. (Hechos 1:8)

Reconócelo en todos tus caminos y El enderezará tus veredas. (proverbios 3:6)

Por tanto teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino que fue tentado en todo según según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de su gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. (Hebreos 4:14-16)

En el temor de Jehová está la fuerte confianza; y esperanza tendrán sus hijos. (Proverbios 14:26)

Estando persuadidos de esto que el que comenzó en nosotros la buena obra la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. (Filipenses 1:6)

*********************