REPOSO EN CRISTO

                                                  





Padre bendito, gracias porque cuando estoy cansada y agobiada tú me das descanso porque sólo en ti mi alma encuentra reposo, de ti viene mi salvación. En paz me acuesto y en paz me duermo porque tú me haces vivir confiada. Dios amado, tú eres mi pastor, nada me falta, me haces descansar en verdes pastos y me conduces por manantiales de vida. Dios mío yo me amparo bajo tu sombra y vivo bajo tu abrigo porque tú eres mi refugio y mi fortaleza, solo en ti confío. Tu eres bueno señor, y dichosa soy porque tú estás conmigo. Gracias señor porque me ayudas a llevar tu yugo y aprendo cada día de ti porque tú eres mi ejemplo. Cuando obedezco tus preceptos encuentro reposo para mi alma. Seguirte a ti Dios amado, es maravilloso, porque me haces caminar en forma liviana. Ayúdame a mantener mi mente despejada y a orar  de acuerdo a tu voluntad porque tú venida se acerca. Yo quiero entrar a tu reposo y sentir esa paz que sobrepasa todo entendimiento. Un día será de total descanso porque te veremos cara a cara. Bendito será ese día. Permite que me siga esforzando cada día para recibir la corona de vida que has prometido a quienes te aman y te reciben en sus corazones, por Jesús nuestro señor, amén.


Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Mateo 11:28



Sólo en Dios halla descanso mi alma;
de él viene mi salvación. Salmo 62:1




En paz me acuesto y me duermo,
porque sólo tú, Señor, me haces vivir confiado. Salmos 4:8


El Señor es mi pastor, nada me falta;
en verdes pastos me hace descansar.
Junto a tranquilas aguas me conduce. Salmos 23:1-2


El que habita al abrigo del Altísimo
se acoge a la sombra del Todopoderoso.
Yo le digo al Señor: «Tú eres mi refugio,
mi fortaleza, el Dios en quien confío.» Salmos 91:1-2


Prueben y vean que el Señor es bueno;
dichosos los que en él se refugian. Salmos 34:8


Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana. Mateo 11:29-30


Ya se acerca el fin de todas las cosas. Así que, para orar bien, manténganse sobrios y con la mente despejada. 1 Pedro 4:7


Por consiguiente, queda todavía un reposo especial para el pueblo de Dios; porque el que entra en el reposo de Dios descansa también de sus obras, así como Dios descansó de las suyas. Hebreos 4:9-10



Esforcémonos, pues, por entrar en ese reposo, para que nadie caiga al seguir aquel ejemplo de desobediencia. Hebreos 4:11